14 de septiembre de 2010
Adiviná qué llevo
ro -Vos sabés que me acordé de vos en plena cordillera andina
carry.on - ¿Viste una llama! ¿Y te mandó saludos para mí?
ro -jajajjaj no vi a un cam(rr)ión
9 de septiembre de 2010
Libros son
Libros Son en el patio del cabildo!!
Ahí dejé entre muchos otros proyectos independientes:
Vocal, Pliegues, libros de Viento de fondo, Poética del Asombro de Verónica Cento, Glasé de Rocio Pochettino, Reflejos, revanchas, reveses de Isabel Ali y más!
Vayan y vean!
8 de septiembre de 2010
blog killer
7 de septiembre de 2010
1027 (y otra vez mil veintisiete) *
*****
esas formas que la tierra
tardó miles de años
en tallar, y un día un hombre
voló con dinamita
y esparció
por el camino, una erupción del Fuji
o del Lanín
la insistencia del mar
en cada orilla, un desierto
que cabe en una mano.
*****
En 1027 gestos mínimos contemplan y hacen el mundo. El universo entero cabe en el acto de recoger piedras, de levantarlas juntos. En ellas están “relatadas” las historias de la inmensidad del mar, la tierra y el hombre. Historias donde han sufrido transformaciones hasta el fragmento, hasta el desierto: talladas, voladas, esparcidas, erosionadas. Partes del fuego y agua. Movimientos donde la piedra se desnuda y su dureza parece disolverse, volverse otra.
Al levantarla se reúnen tiempos, lugares, actores y acciones diferentes. En nuestras propias manos podemos palpar la comunión de lo diverso y, a veces, de los “opuestos”: miles de años/ un día, creación /destrucción, etc. Es posible reconocer las múltiples formas de lo uno y lo ajeno, de alcanzarse en lo otro. Finalmente, sospechar que la conjugación es una sola.
Y así como en este primer poema se junta lo que otros dejaron en el camino, en el siguiente se lo sumerge en nuevas significaciones. Las piedras se depositan en el fondo de una maceta. Se las devuelve a lo subterráneo, a la oscuridad de la tierra, ahora dentro de un espacio “domesticado”. La piedra y aquella aparente dureza (que ha sufrido el movimiento del mar y la violencia de los hombres) parecen así transfiguradas, comprendidas en otro misterio “para ser semillas de otra sombra”. Se aleja de la “ruina” que antes era “y un día un hombre voló con dinamita” y se la transforma en un misterio que para ser necesita luz. En su nuevo escenario, como una extraña “reparación de daños” acompañará el nacimiento de la vida, del verde.
*****
el cielo: un charco oscuro en el que tu mano
anuda pedazos de asteroide
como el lápiz
en un dibujo sin línea
después, en el patio del departamento
estaba el mismo cielo
pero más pobre: ni siquiera divisábamos el arco
de tu querido cazador, Orión
dijiste entonces que es inútil
seguir en el esfuerzo
de unir cosas, si ante la luz
más débil
empiezan a desaparecer.
*****
La multiplicidad ofrecida en estos poemas nos acerca a otros modos en que la mano puede aunar lo lejano y disperso “anuda pedazos de asteroides”. En estos nuevos versos somos testigos de la expansión provocada por el ojo que mira hacia arriba: el eje vertical agrega otra forma de lo suspendido y, ahora, brillante. Tierra/cielo. Cuando se recogían piedras del suelo se mencionó los miles de años que la tierra tardó en formarlas; ahora el escenario es el cielo y la distancia de aquellas piedras es de años luz. Admiración por la cercanía de lo lejano.
Así como la tierra, el fuego y el agua “crearon” la piedra, así como la piedra participa del crecimiento de las plantas en la maceta, aquí la mano, al unir asteroides dibuja, crea motivos. Esa escritura es frágil porque sabe que el cielo es el mismo y es otro a la vez. Cada vez. En una segunda observación, las luces de la ciudad no dejan ver las estrellas. De de nuevo estamos frente a esos juegos en contrapunto: la oscuridad del campo permite ver la luz natural de aquellas rocas suspendidas en la lejanía; el artificio de la ciudad, sus luces, hacen que la escritura de la mano apuntando al cielo no sea posible. Quizá, hay tiempos y lugares favorecidos en este aprendizaje de la escritura.
*****
todo un camino
que nuestro corazón
reconoce.
*****
Los gestos de las manos que unen el mundo disperso son una escritura, una escritura cósmica. La creación de formas no es algo fijo, sino más bien una insinuación, un motivo “apuntado” sobre un escenario mayor. Hay atmósferas reveladas por un olor, un ruido o detalle percibido hace tiempo. Así como la mano recorre asteroides y los dibuja, se puede escribir al caminar la memoria de los objetos “ese satén chiquito envolvió mi cuerpo/ lentejuelas que dibujan/líneas luminosas hacia el tiempo”. Nuevamente estamos ante lo remoto: es el turno de la infancia. Ahora son las luces de los objetos que nos pertenecieron las que unen, escriben y nos guían.
La memoria puede re-crear escenarios, tiempos, acciones y, claro, las distintas combinaciones de todos ellos. A veces no son más que “atmósferas”, un aire que llega hasta el presente e interroga “¿era yo la que bailaba (…)?” Existe una urgencia ante lo inasible, ante la fragilidad de las cosas que desvanecen, un esfuerzo por re-memorar “Y antes de que el fuego se coma este recuerdo”.
Sin dudas, además de participar de los sucesos (y misterios) del mundo, la poeta sabe observar. Sabe que las cosas siempre son ellas mismas y algo más. Por ejemplo, son sus constantes mudanzas. Bajo el cielo para todos, despiertos y dormidos podemos ser homenajeados por el movimiento “un hombre joven duerme/ pétalos amarillos/ le llueven sobre el jean”
*****
el diagrama del limonero
estoy acá.
*****
Por último, una sola conjugación y la sospecha de un mapa u ordenamiento cósmico. Dibujar versos con todo y todos. Ese trazo vital, inasible, fragmentario y total. La búsqueda de la identidad y saberse estando en el mundo. El misterio. Escritura cósmica.
(*)
Esta zambullida sólo contempla los primeros poemas de “1027″ de Eloisa Oliva. Días del delta, momentos dispersos para una autobiografía, mudanza y km 6 y medio esperan por otras lecturas.
Publicado en Bitácora de vuelo
"Zona de promesas"
siempre a todo o nada, siempre como si fuera el penúltimo día de los siglos.
Tal vez haya ganado por la medida de la luz que te alumbra,
por la fuerza voraz con que me absorbe a veces un reino nunca visto y ya vivido,
por la señal de gracia incomparable que transforma en milagro cada posible pérdida.
24 de agosto de 2010
dedos
es un don
jajaj
.
.
Celeste: - claro un don
todo lo que lees no queda en vos porque lo "das"
.
.
Yo: - a quién será que lo doy...
.
.
Celeste: - a tus dedos
ahí hay memoria
son un anclaje
.
.
Yo: - sí, es posible
no me preocupa demasiado, eh
lo disfruto mientras es
mientras leo, muchísimo
y después, bueno, qué importa
21 de agosto de 2010
19 de agosto de 2010
anotaciones
Gab (*) - ¿Te digo un secreto para que lo olvides? Yo también tengo miedo, pero silbo. Así (- y silba.)
con palabras de Olga Orozco
29 de julio de 2010
Juan Carlos Scannone
el problema es justamente la esperanza,
y todavía pienso que podría ser todo distinto.
hago balances de fin de año
(la que se fue y ya no hay cómo llamar, ni cómo dejar de llamar;
la valija que pude deshacer
después de dos años;
el dejabú; el vaivén; los espejos.
me niego a admitir
que los momentos más hermosos
hayan sido de películas o música.
me niego a decir que estuve sola
tratando de buscar dónde ponerme
todo el tiempo.
me niego a decirte lo que había en el mundo
después del fin del mundo,
que en todo el mundo no había más
que el fin del mundo, no lo voy a decir.
tengo esperanza).
todavía no sé
en qué se transforma
lo que se pierde.
de chica bailaba y cantaba a los gritos.
en qué parte eso en este tararear,
susurrar las mismas partes de memoria.
el ser sin rodeos, dónde.
querías vivir en una isla, sola,
"plenamente sola,"
pero la plenitud siempre fue algo diferente,
no se queda quieta,
vas a buscarla,
llegás tarde,
le pisás los talones,
quedás varado ahi.
tu vagón se suelta, estás en el centro
de un círculo en la tierra que dejó la carpa de un circo
que ahora estará llegando a otro país,
nadie supo bien qué nos pasó.
no podríamos decirlo, fue una sucesión de cosas.
el tiempo.
su trabajo, no el mío.
me desvelé a los 25, 20 años.
creo que no volví a descansar nunca.
ahora la sensación de desajuste
es más real, pero todavía podría ir a buscarla.
salir de nuevo, traslasierra,
esperar que amaine,
otra mudanza,
sembrar en el patio,
que la gata aprenda a cazar las perdices,
que las comamos juntas,
o dejar que me a toques
hasta erizarme
y volver a creer
que el futuro es algo que funciona, inevitablemente,
entre tomar la mano que se estira
y seguir mirando
la intemperie como a la espera de una flauta
que se toca sola
con el viento,
y que eso sea todo
-y también lo demás.
el milagro
acaso es una decisión,
no un darse cuenta.
tiro la monedas: "la verdad interior"
pero cuando abrí las manos
no había nada.
no sé lo que quería yo
además de las ventanas,
que el viento me tocara como a un instrumento
de belleza.
cantar a los gritos.
"el deseo es la recarga de una huella
mnémica
de una supuesta satisfacción original".
ya no sé
cuántas veces pedí disculpas.
todavía pienso en vos
como mi única casa,
pero no era de vos que quería irme.
quería soltarme como si bastara
para rebasar el límite que no se puede rebasar,
el mar parecía una cosa tibia y tan maravillosa,
pero también el mar era mentira.
qué vamos a hacer ahora.
no sé si hay cómo restaurarle lo real.
cuando pienso en volver
me refiero a volver a una circunstancia anterior
a que se empezaran a manchar todas las cosas.
ya no hay naturaleza virgen.
cada centímetro cúbico de aire,
de tierra, de agua, todavía guarda la marca
de nuestra tosca huella.
Romina Ramos
.
28 de julio de 2010
lengua
27 de julio de 2010
(*)
Una claridad que no tiene su fuente en un brillar. En latín en el original. Lucus, según el Dictionnaire éthymologique de la langue latine de Emout- Meillet significa etimológicamente claridad, y designaba el lugar de un bosque libre y claro, por oposición al espacio arbolado (N de T.)
26 de julio de 2010
25 de julio de 2010
23 de julio de 2010
21 de julio de 2010
18 de julio de 2010
15 de julio de 2010
tío, ¿cuál es la diferencia entre un cabrito y un cordero?
2 de julio de 2010
24 de junio de 2010
10 de junio de 2010
25 de mayo de 2010
19 de mayo de 2010
Pero nosotros bien supimos caernos antes de llegar a esa bella muerte. Era como si jugáramos al viejo juego de la silla, como si nos hiciéramos bromas torpes y cuando el otro se quería sentar, cuando el otro quería acurrucarse, entonces le quitábamos la silla y caía al suelo. Siempre así, turnándonos, una vez cada uno: huídas mías para ausencias tuyas; escenitas histéricas de ella para la muerte de él, en él.
Nunca culminábamos en nada, prolongábamos los espacios hasta que alguno de los dos decía: basta! y entrábamos en un nuevo ciclo de sillas, de escenas vacías. En ese llanto mío. Yo. Magdalena. No por lo puta, claro.
12 de mayo de 2010
adiviná qué
10 de mayo de 2010
3 de mayo de 2010
cartita a desmayo
Querida Rom, querida:
¿Podés creer que a pesar de todo e infinito punto rojo más allá
me abriga el fueguito interior y llamaradas?
Podés. Por eso te escribo!
29 de abril de 2010
28 de abril de 2010
17 de abril de 2010
12 de abril de 2010
10 de abril de 2010
9 de abril de 2010
7 de abril de 2010
Poética del asombro de Verónica Cento
El primer poemario de Vero
editado por Delenda est Carthago
ilustrado por Mercedes Palacios
prologado por un pajarito
y su primera salida al ruedo en Madrid
19 de marzo de 2010
metáfora de mirar
23 de febrero de 2010
4 de febrero de 2010
"El agua, los pájaros y los peces, también te nombran." V.
5 de enero de 2010
lo robé del nido de un tordo (*)
.
Y dijo más: -Yo, pobre de mí; yo por mí mismo al que yo ahuyenté a mi pájaro, lo hago regresar. Yo lo hago cantar de nuevo; su boca cerrada, su pico trancado, yo se lo abro de nuevo. Yo, yo, Orokek-Piá, Orokovekpiá, T oronkón-piá.
.
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..
* "Gaby, el taren forma parte de la cultura Pemón, índios que habitan al sur de Venezuela en La Gran Sabana. Los Tarén son invocaciones mágicas, parecidos a las oraciones religiosas, que cuentan el origen del mundo y buscan mantener el equilibrio del hombre y la naturaleza a través de la palabra. Más que anónimos, colectivos, me imagino que este fragmento pudo haber sido traducido por Fray Cerareo De Armellada. Siguiendo la premisa aquella de que la literatura no es de quien la escribe sino de quien la necesita, llévatelo!"