10 de septiembre de 2009

La mujer que viaja al lado mío llora. Pienso qué tengo que pueda darle: pañuelitos no, caramelos no. Nada. ¿Para qué uso cartera entonces?

La cercanía puede ayudar. Si la rezo fuerte un ratito, deja de llorar. "No estés triste, debes ser como el sol al mediodía"

5 comentarios:

  1. Lindo esto, Gaby.
    A mí me pasa que frente al llanto de un desconocido no sé si debo decir algo. Es un momento del otro, es un dolor que no conocemos, que es mejor acompañar pero en silencio. Muy distinto sucede cuando el llanto se abre entre amigos, verdad?
    Un caramelo calma el corazón.

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  2. Tampoco yo sé si decir o no. Ante un desconocido es más difícil acompañar en silencio. Digo, que el otro "se sienta" acompañado. Un caramelo o un pañuelo hubiese hecho visible mi rezo. A veces somos torpes ante el dolor ajeno....


    Che, cambiando de tema, ¿querés que te separe del stand una antología de Olga para cuando vengas? Hay dos. Decime que se venden, eh!


    abrazot

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  3. esa frase del ichi
    es misteriosa
    va mas allá de lo obvio
    en fin
    te copié el fondo sin darme cuenta
    podríamos hacer una serie de blogs aunados por el mismo fondo


    soy el anooonimooo!

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  4. Vero, recién mañana ando por la feria, pero creo que debe estar ahí esperándote.

    Anónimex: Ser con mínima sombra si te parás en el lugar adecuado. Me encanta, aunque, qué práctica más achal-ay! El maestro siempre me da con un palo, hasta la necedad juvenil no paro, a veces.

    Hagamos la serie de blogs, juguemos a algo, nos juguemos, apostemos

    Me aburro y empiezo a rebuznar

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