19 de mayo de 2009

Cuando él se escapa no queda otra. Jugamos a la esquina. Desde ahí lo llamo, gritando. Da un par de vueltas, enloquecido. Llega. Se hace el muerto. Le digo: hijo de puta no me hagas esto, no me hagas esto. No me mires así. Peso muerto. Lo cargo. Revive adentro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario