20 de septiembre de 2009

a

Blancaola. A pesar de su desastre o por eso mismo, cuando la escucho, frente a frente, entraño. Su intensidad es alocada. A veces la deja quieta, no puede más. Se equivoca perfectamente. Hiere, también, y cómo, con que poquito tacto. Pero está bien viva y, vamos, no cualquiera.
Sus gestos me recuerdan mi intento. "No forzar". No bastan ciertos esfuerzos, o mejor, basta!

12 de septiembre de 2009

Después de días mudos, septiembre abre una semana que resuma soplos de mundo. Tengo muchísima energía y aún lo que sale mal, sale bien. Con el ojo expandido es difícil caer en lo fútil.

10 de septiembre de 2009

El circo está a la vuelta de casa

madre: al final, ¿te vas a ir con el circo?
La mujer que viaja al lado mío llora. Pienso qué tengo que pueda darle: pañuelitos no, caramelos no. Nada. ¿Para qué uso cartera entonces?

La cercanía puede ayudar. Si la rezo fuerte un ratito, deja de llorar. "No estés triste, debes ser como el sol al mediodía"