En el supermercado, los pescados de mar deslumbran a un nene. Pienso, debe de ser la primera vez. La escena es única. Hace mucho que está ahí, mirándolos. Lo observo a él deslumbrado. Me fascina el acercamiento, la mirada infantil, el motivo marino. Disfruto de ese saber único de los que se detienen y me detienen vibrando: exploran, entran en el agua, dejan todo. El gesto que los vuelve peces.
se me vineron la infancia y los muelles encima como una revelación nueva
ResponderEliminarel movimiento de las algas
ResponderEliminar(¿me repito?)
abrazo y llamas
a mi los peces me gustan, con muelle o sin muelle, con bahia o sin bahia, con flora o en el torrente mas desertico, me gusta su animalidad tan silenciosa.
ResponderEliminarque lindo que lindo. y si hacemos un acuario?
acuario sí!
ResponderEliminarcómo? cuándo?
cante cante yo la sigo
Con la vida se van de a poco las sorpresas, por eso en los ojos de los chicos, descubrir se vuelve fácil.
ResponderEliminarBuen post, mejor lugar
Me acordé de Heráclito:
ResponderEliminar"Si no se espera, no se encontrará lo inesperado; puesto que lo inesperado es difícil y arduo"
Había una traducción más linda pero no sé dónde!
saludos!