6 de febrero de 2009

-.-

En el supermercado, los pescados de mar deslumbran a un nene. Pienso, debe de ser la primera vez. La escena es única. Hace mucho que está ahí, mirándolos. Lo observo a él deslumbrado. Me fascina el acercamiento, la mirada infantil, el motivo marino. Disfruto de ese saber único de los que se detienen y me detienen vibrando: exploran, entran en el agua, dejan todo. El gesto que los vuelve peces.

6 comentarios:

  1. se me vineron la infancia y los muelles encima como una revelación nueva

    ResponderEliminar
  2. el movimiento de las algas
    (¿me repito?)

    abrazo y llamas

    ResponderEliminar
  3. a mi los peces me gustan, con muelle o sin muelle, con bahia o sin bahia, con flora o en el torrente mas desertico, me gusta su animalidad tan silenciosa.

    que lindo que lindo. y si hacemos un acuario?

    ResponderEliminar
  4. acuario sí!
    cómo? cuándo?
    cante cante yo la sigo

    ResponderEliminar
  5. Con la vida se van de a poco las sorpresas, por eso en los ojos de los chicos, descubrir se vuelve fácil.

    Buen post, mejor lugar

    ResponderEliminar
  6. Me acordé de Heráclito:

    "Si no se espera, no se encontrará lo inesperado; puesto que lo inesperado es difícil y arduo"

    Había una traducción más linda pero no sé dónde!

    saludos!

    ResponderEliminar