Antes de dormir, este ejercicio de luz: agradecer. Incluso las sombras que cada tanto emergen con claridad aterradora. Puedo empezar y quedarme dormida al instante, o decir dos frases y ponerme a volar. Otras veces es un imán, un mandala infinito bordado con lo que trae el día. Infinito: de adentro hacia afuera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario