9 de agosto de 2008

*

En mi jardín hay un hueco en la pared. Por ahí se va a otro mundo. Cuando llueve hay sopores, olor a tierra húmeda con pintitas verdes y amarillas. No es recomendable ir con vestidos amplios, volvés con ramitas y amores secos pegados por todos lados. A veces traigo raspones. Un verdadero caos y una organización secreta que nadie ve. Absolutamente todo es inútil. No hay otro placer que percibir otra cosa, que siempre hay otros mundos entrecruzados con el que elegís. Y el canto de los benteveos, sí. También.
.
Es para tomárselo muy a risa. Me digo cortazarianamente: sos una idiota! !Mira cómo te reís con todo esto! No creo que sea asunto de visión, de presencia o ausencia de visiones, cegueras. Es más adentro. Si alguna vez fueron puertas de emergencia o zonas francas, ya no. No tienen ese tipo de finalidad. Son celebraciones mías. Íntimas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario