5 de julio de 2009

El nombre propio en la autoficción teatraliza de manera escenográfica el desapego postmoderno del yo, levanta, sin teorizaciones abstractas, la identidad como una ficción o la ficción de la identidad. La autoficción está mostrando, de manera desdramatizada, irónica o humorística, aunque también pudiera ser que fantasiosa o autocomplaciente, la actual deriva del sujeto (...) Así quien dice yo en una autoficción es y no es el mismo autor, pues, en la medida en que se incorpora a sí mismo como un personaje de novela, se identifica y se distancia de manera simultánea y alterna
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Alberca

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