24 de julio de 2009

Solo abrázame inocentemente así

Un movimiento como el mío, casi cuasi autómatico, sin mucho más allá y qué decir. La hipótesis de una huella que se repite yendo a ningún lado. Esas cosas que me matan, brevemente. O de cómo mi imaginación, de a ratos, puede ser Pantacruel.

Caliente, caliente. Animarme a confesarte todo esto, a mostrarme vulnerable. Jugarme en un mismo acto de abrir o cerrar, yo no sé. Cualquier cosa verde o blanca que nos sitúe en la desnudez. Y tu silencio. Caliente caliente. Abrazamos juntos un árbol que ya no está.

Frío pero no ese frío. Paraguas desdentados y azules salpicados por aguanieve. Prendas descosidas, botones saltarines. El viento helado que te viva y un sol suave y suficiente colgado de mi espalda. Sombras de pájaros. Escribir así, bajo la mirada desprolija de los transeúntes.

Atmósferas que se rompen, estados que devienen pronto, demasiado pronto. Y yo no. Hiper sensible quebrada en este mini-segundo. Microrelato shoc. Que sí y ya no y tiemblo en el límite de cada cosa de la intesidad de vivir.

4 comentarios:

  1. "Que sí y ya no y tiemblo en el límite de cada cosa"

    me gusta compartir mis subrayados ("es un alivio que podamos llamarnos mutuamente la atención sobre estas cosas"), y también vengo pensando que está bien -muy bien- drenar, sin filtro.
    puro abrazo.

    ResponderEliminar
  2. y mirar los barcos hundirse, no ya desde dentro

    ResponderEliminar
  3. Hola Gabriela, qué intensidad. Gracias por esta exposición.
    Saludos !!

    ResponderEliminar
  4. Gracias a vos por pasar, Leticia!
    Qué bueno que hayas aceptado la invitación, che. Nos estamos leyendo...

    ResponderEliminar