17 de diciembre de 2009

"Hacer de un acontecimiento, por pequeño que sea, la cosa más delicada del mundo, justo lo contrario de hacer un drama, o una historia"

No sé. Me propuse no volver la cabeza para que nada nos hiciera regresar.
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Olga Orozco
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No sé qué hacer conmigo. Explotar sin luces. Caerme dentro. Lastimarme las manos con las puertas. Cualquier cosa terrible. Tan sumida que me rompen si me hablan.
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Subo a los colectivos, me siento donde puedo abrir ventanillas y dejar al viento que "llevate esto, llevalo". No es más que él y pasa. Prefiero esa mujer en el asiento de adelante, así no me reflejo en el espejo del chofer. Un ojo atento lo notaría. Vamos, no estás, "siempre despierta". Sube y no me ve. Bajo y duerme.
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Llevalo porque si volviera no quisiera irme nunca. No es falta de amor, sino exceso. Miedo de volver que no se bate enfrentándolo. También tengo mis infiernos: la que no es piedra. Superada ni un poco. Quizás mi última respuesta es armadura. Con vos o sin vos es difícil. Lo único que aprendí es mantenerme a la distancia y callada. Después de todo, es mucho y lo que tengo. Un espacio vacío que intenta abrirse. No sé cómo explicarlo, digamos que tu viaje quemó los puentes. Me dejaste sola. Me habías dicho hasta dónde, cuánto, pero eran la d y la o, y el acento, la n..... El viaje y los gestos, no. Una demostración inconfundible. Los gigantes unidos, amén. El fondo. Cuando volviste, no me preguntaste qué sentía, me tapaste la boca con "no vamos a hablar de nosotros". Cambiaste los caminos narrativos, los torciste. !Qué linda con un moño en el cuello! !Qué ridícula! Tampoco aceptaste la ofrenda. ¿No era eso lo que querías? ¿el cuerpo?
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Etc
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Etc
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No hay nada que hacer conmigo
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.Mientras escribo, lo amarillo cae.
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Desnudez

6 comentarios:

  1. ah! que bonito este racimo de palabras. Francis cabrel, en una de sus canciones, dice: "se me acabó el dolor, no es tan grave".

    bueno, eso





    sevemos




    el lucas

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  2. Tomo las palabras de Cabrel y corono este bló

    gracias de nuevo

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  3. Alguien siempre viene y nos limpia de aquellas cosas que ya nos duelen demasiado para sostenerlas con nosotros. Tal vez seamos nosotros mismos que por fin decidimos liberarnos. Dejalo ir, dejalo ir, G.

    Besos!

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  4. Por ahí sospecho que no es una cuestión de decisiones, o al menos no sólo eso. Ojala lo inesperado irrumpa. Pero, allá vamos, vaciando lo que se pueda, haciendo lugar para quién sabe qué.

    Igualmente, estos días estaba pesadita, no sé, ansiosa tirando a insoportable. Y escribir (escribir escribir) me devuelve a un estado de desnudez. A veces, lo hago creyendo o sintiendo algo que se descarta totalmente, muestra su nada O descubro que no tenía el peso que le di (como si se lo diera yo, claro). O algún camino que no había visto antes. Cosas maravillosas en cualquiera de los casos. Que un poquito me salvan.

    Mientras escribo, lo amarillo cae.

    O mejor Olga:

    "(...) a la espera de que alguien me diga nunca más cortando así el círculo de las repeticiones y de las equivocaciones o de que me diga encontrarás eso por lo que excavas (...)"

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  5. Ahí te lo dijo Olga, ¿qué más?
    Sus palabras que viajan desde ninguna parte, que son ya para siempre el arma que rompe el dolor del futuro, esos futuros (lectores, dolores) desconocidos, ansiosos... esas palabras que están ahí, eternas, para que vos las tomes y crezcas.

    ¡Qué regalo!

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  6. qué hermoso lo que decis, querida mía! Sí: aceptar los dones y las ofrendas

    abrazos!

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